La Minería ilegal ha sido un problema recurrente en el Chocó
De los tambores, flautas y platillos que sonaban anteriormente en el departamento del Chocó, está empezando a quedar el recuerdo. La chirimía y el sexteto, los ritmos representativos de más de 380.000 afrocolombianos, se han ido perdiendo con el desplazamiento de una tierra que parece no pertenecerle a nadie. Si los chocoanos construyen y los grupos ilegales destruyen, parece que las multinacionales se hubieran puesto de acuerdo para mantener la situación en sigilo. Hoy, 156 solicitudes han sido radicadas para la explotación de la tierra negra, sin que las comunidades hubieran sido consultadas, como manda la ley.
La organización Cocomacia, que cuenta con el apoyo de 124 comunidades del departamento y que busca defender los derechos del territorio afrocolombiano en la Región Pacífica, ha venido manifestando supuestos atropellos del Estado en los permisos que otorga a multinacionales como la Muriel Mining Corporation o la Anglogold Ashanti para explorar y explotar el territorio sin consulta previa. Al parecer, la problemática, que empezó en 1982 cuando el Gobierno permitió la entrada de la maderera Pizano S.A. con el pretexto de que el territorio estaba desolado, no ha mejorado ni con el reconocimiento de las etnias afrocolombianas e indígenas en la Constitución del 91.
Por: Daniella Sánchez Russo | EL ESPECTADOR